¿Cómo contarle a un adolescente de hoy un episodio de la denominada Conquista del Desierto, con su necesaria relación con el contexto cultural, social y político, sin que lo asocie a una clase de historia?

¿Cómo intentar provocarlo al conocimiento de sucesos distantes para él o ella en el tiempo y el espacio?

¿Cómo motivarle la pregunta, el espíritu curioso y crítico, la necesidad de saber?

En función de respondernos estas preguntas, intuimos que sería de mucha utilidad para nosotros, inspirarnos en un género literario considerado menor y, destinado despectivamente por la crítica, a un público adolescente. Estamos hablando del género policial.

Este género  aparece  en Argentina precisamente en la época histórica en la que ocurren los sucesos que 5438 pretende narrar.

El relato policial nace como una expresión de este enfrentamiento y, al mismo tiempo, como consecuencia de una realidad histórica: la formación de grandes ciudades y el deseo y búsqueda de justicia. Lo policial, una especie muy heterogénea, se alimenta de fantasía, crímenes, fugas, búsquedas y persecuciones y, por sobre todo, plantea un enigma que debe ser resuelto por la lógica.

La narrativa policial argentina ha sido innovadora, ya que no se ha limitado a imitar, y menos a repetir, sino que ha sabido incorporar elementos propios.

Casualmente, o no, en nuestro país las primeras páginas del género son redactadas por Eduardo L. Holmberg, en sus textos “La casa endiablada”, y “La bolsa de huesos”, de 1896. Holmberg pertenece a la nueva clase de científicos naturales que comienza a aparecer en Argentina. Médico, darwinista en épocas del rabianismo, es contemporáneo de personalidades como Francisco Pascasio Moreno.  Este famoso perito es fundador y primer Director del Museo de Ciencias Naturales de La Plata: lugar donde sucede la misteriosa muerte que 5438 quiere indagar.

5438 se dispondrá a esclarecer un suceso poco claro de la historia argentina: el supuesto suicidio del Cacique Tehuelche Inakayal, en las escaleras del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, dirigido en ese momento  por el Perito Moreno.

A través de las pistas, evidencias y motivaciones que envuelven este caso y llegan a nuestros días, intentaremos dilucidar, junto a los espectadores, qué pudo haber pasado. Para ello va a ser indispensable que nos nutramos de datos: necesitaremos información histórica para llevar adelante este juego de lógica. Tendremos que averiguar porqué había personas pertenecientes a los pueblos originarios viviendo en el museo, cómo habían llegado hasta allí, qué características tenían estas culturas, quiénes eran los científicos de la época y qué paradigma científico estaba vigente. Y todo esto para tratar de comprender porqué se suicida Inakayal, o en realidad, para tratar de dilucidar si puede ser considerado un suicidio esta forma de muerte.